Las quejas más comunes que presentan hombres y mujeres están relacionadas con una cierta decepción y consecuente frustración, procedente de los encuentros sexuales que sostienen con sus parejas.
Esta sensación negativa se debe principalmente a que el orgasmo se considera el fin último de toda relación sexual, poniéndolo por encima del resto de sensaciones y experiencias que implica el acto sexual. Por esta razón, si no se llega al clímax es fácil sentirse decepcionado. Debemos de percibir el sexo como una experiencia completa, que se debe disfrutar desde su inicio para conseguir con más facilidad el anhelado fin.
Disponerse para la actividad sexual durante todo el día te ayudará a sentirte más deseosa cuando llegue el momento de la pasión. No hay que subestimar el poder de la mente, recuerda que los hombres pueden obtener una erección utilizando tan solo sus pensamientos, tú puedes lograr el equivalente si desarrollas en tu mente las fantasías adecuadas. Comienza a pensar en el sexo con anticipación, y si puedes, comparte tus pensamientos al respecto breve y gráficamente con tu pareja; una llamadita rápida durante el día no debe interrumpir grandemente su día de trabajo, pero sí puede proveer un poderoso estímulo erótico.
Aunque el sexo sea la actividad en pareja por excelencia, nunca está de más darse una manito cuando no se está consiguiendo el objetivo primordial. Bien sea que esta movida se realice del uno al otro o que cada quien se toque lo que se tenga que tocar, no hay que dejar pasar de largo la oportunidad de sentir más placer gracias a la masturbación.
Está claro que los hombres disfrutan al máximo que les consientan el área genital; sin embargo, tomar en cuenta otras áreas puede ser un excelente juego preliminar que prepara a la persona para tener mayor placer. Brindar una experiencia tipo “pulpo” bajo las sábanas siempre será agradecido por la pareja. Si tu hombre no tolera que estimules su pene directamente sin querer penetrarte, asegúrate de invertir más tiempo en otras áreas de su cuerpo.
Variar de vez en cuando puede proporcionar una mejor experiencia y desencadenar diferentes deseos y fantasías en la pareja. Si no te atreves a cambiar de buenas a primeras, recorre el cuerpo de tu pareja suave y delicadamente con la puntita de tus dedos, de manera que le ocasiones escalofríos. De igual manera, puedes experimentar con caricias mucho más agresivas, incluso usando tus uñas para raspar su piel y provocar otro tipo de sensaciones. Tómalo poco a poco y ve midiendo su tolerancia y respuesta a estas caricias más agresivas. Si lo disfruta y te pide más, síguelo por ahí e incluye nalgadas y todo lo que se te ocurra.
A todos nos gusta jugar. Excita a tu pareja y luego retírate. Tiéntalo. Haciendo esto, aumentas también tu propio nivel de excitación. Él por su parte quedará rendido a tus pies.
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