El invierno, trae consigo un bajonazo libidinoso bastante considerable. Tenemos menos ganas de sexo porque caen nuestros niveles de serotonina y aumentan los de melanina, encargada esta última de hacernos sentir cansados, por culpa del menor número de horas de luz. No obstante, en el páramo de apetito sexual que se extiende hasta la primavera hay un oasis lujurioso: las navidades. Prueba de ello es que septiembre es el mes donde nacen más niños. ¿La razón? Son varias, y aquí ponemos las más importantes señaladas por los especialistas.

1. Más libertad. El espacio-tiempo es un principio fundamental para encontrar el momento clave para una relación sexual. Sin trabajo, sin universidad y sin el maldito estrés, se abre todo un mundo de placer ante nosotros.

2. Más amor. Las navidades están repletas de amor. Y ese subidón de afecto, cuentan desde el Boston Medical Group en El País, crea vínculos afectivos y deseo de liberación que puede desembocar en una pasión que merece ser celebrada en la cama.

3. Más afrodisíacos. El pasado año varios investigadores españoles confirmaron que las fiestas navideñas aumentan el deseo sexual. Y ocurre en parte, según apuntaban, por el aumento del consumo de alimento afrodisíacos como los mariscos.

4. Más fantasía. Aunque casi nadie los incluya en sus listas para Reyes, es cada vez más habitual que las parejas se hagan este tipo de regalos, como apuntan desde el Boston Medical Group. Y las ganas de probarlos son el trampolín hacia la cama.

5. Más flirteo. Una encuesta realizada por la web de citas Victoria Milan reveló que el 53 por ciento de las mujeres ha besado a un compañero de trabajo en una cena de Navidad, terminando el 18 por ciento en sexo, mientras que el 55 por ciento de los hombres hicieron lo mismo, acabando en sexo el 27 por ciento.

6. Más autoestima. Como explican desde el Boston medical Group, en estas fechas las personas dedican más tiempo a cuidar su imagen personal, lo que hace que estemos más abiertos a tener encuentros sexuales fruto de una mayor sensación de seguridad. Qué viva la Navidad.