Cada miembro es diferente y todos reaccionamos de manera distinta a cada estimulación o práctica sexual. Hay hombres que llegan al orgasmo fácilmente, mientras que otros necesitan cierta cantidad de placer para tener un final feliz. Aquí te diremos como lo puedes hacer que estalle de pasión para que llegue al orgasmo.
Sí, tal vez no ofrezcan el mayor placer del mundo, pero no está mal jugar con sus testículos de vez en cuando, especialmente porque se puede sentir muy bien. Sólo recuerda: tienes que ser súper cuidadosa y gentil, pues son la parte más sensible de su paquete.
Si es súper sensible, el uso de tu lengua lo volverá loco. Sin embargo, no es capaz de agregar la suficiente presión (ni constancia) para llevarlo al clímax.
Besar y morder su cuello y orejas no es lo más excitante, pero son zonas erógenas que puedes explotar. Cada quien es diferente, así que podría sorprenderte su reacción. Y si le dan cosquillas… también puedes aprovechar.
Es un mero roce de tus dedos en su cadera, pelvis, pene, pezones, muslos. Al final del día no estás colocando presión que estimule bien sus zonas erógenas, pero estás estimulando la piel con terminaciones nerviosas, así que el resultado no es excelente, pero sí notorio.
Hay hombres que odian esto. El chiste no es adherir tu boca a sus pezones, sino jugar y coquetear primero con la vista, el tacto y hasta el oído. Adopta un ritmo lento y juega con su cuerpo como si fuera el tuyo.
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