Existen muchas posiciones sexuales pero sólo algunas les dan a las mujeres la cantidad de placer suficiente para lograr un orgasmo.
Por ello, te compartimos las tres posiciones sexuales que toda mujer sueña.
Estas posturas sexuales se caracterizan por lograr una penetración profunda, ayudando a estimular el punto G y el clítoris.
Todos tenemos ciertos gustos en el sexo pero hay algunas posturas sexuales con las que las mujeres fantasean más porque son mucho más placenteras que otras.
Siempre que la mujer se coloque encima del hombre durante el sexo, podrá controlar mejor el ritmo y el ángulo de la penetración. Esto resulta favorecedor porque se estimula el punto G y tanto la mujer como su pareja tendrán acceso libre para estimular el clítoris. Para mayor placer, se pueden agregar algunas variantes como que la mujer se recline un poco hacia atrás mientras la pareja le acaricia el clítoris.
También puede practicarse con el hombre sentado en la cama, la silla o un sofá.
En esta posición sexual, ella debe ponerse bocarriba sobre el borde de la cama mientras estira las piernas para formas una L con el cuerpo. Luego, él debe ponerse de frente a ella y penetrarla mientras acaricia sus senos.
En esta posición, se estimula el clítoris con la fricción de los labios vaginales y la penetración.
La postura del misionero es aquella en la que el hombre se recuesta sobre la mujer y es una de las más populares, sin embargo, hay formas de hacerla más placentera y sexy.
Las piernas de la mujer deben estar flexionadas y apoyando sus pies en el pecho de su pareja. La penetración se vuelve más profunda en esta posición y cuanto más se eleven las piernas, más profunda será. Si la mujer es flexible, la elasticidad de su cuerpo la hará sentir sexy y elevará la confianza.
Por último, no olvides que para lograr el placer que quieres, las fantasías sexuales y la conexión de la mente con el cuerpo son muy importantes.
Cuanto más detalladas y precisas sean tus fantasías sexuales, mejor, porque suponen un entrenamiento imaginario muy útil para poner en practica cuando llegue el momento. Las fantasías también pueden tener también un efecto calmante, similar al de la meditación. Algunas mujeres las utilizan para combatir la ansiedad.
Fantasear no resuelve los problemas pero puede proporcionar un alivio a las preocupaciones diarias.
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