Tomando en cuenta todos los beneficios que brinda la masturbación, lo considero una injusticia cuando no la llevamos a cabo con la frecuencia y amor que se merece. Y a pesar de que es un arte muy instintivo para muchas, todavía hay mucho qué aprender al respecto.
Verte masturbarte es intimidante, pero también muy excitante. Te recomiendo hacerlo por primera vez llevando una preparación anticipada a cabo. Maquíllate, ponte lencería, arréglate y ponte lo más bonita que puedas. Somos seres visuales, así que debes seducirte a ti misma.
Somos criaturas de hábitos, así que tenemos la tendencia de masturbarnos de la misma forma todos los días. ¿Por qué cambiaríamos algo bueno? Pero si cambias de mano, el resultado no sólo será diferente, sino que tú solita notarás un cambio y sentirás algo distinto.
Además de las manos, puedes aprovechar juguetes y gadgets. Ahora en día existe tanta variedad, que no sería justo que no tuvieras mínimo un vibrador. Aunque fueron tabú por mucho tiempo, ahora en día están disponibles y hay más opciones de compra.
Hay muchas cosas que puedes hacer con la mano sobrante. Te recomiendo estimular las otras zonas erógenas que usualmente olvidas (senos, pezones, cuello), pero también tienes la opción de tocar tus labios vaginales o hasta experimentar con un juguete sexual.
Entiendo que no tengas tiempo todos los días, pero cuando estés libre, prueba la técnica del “edging.” En general trata de detenerse antes de llegar al orgasmo. Lo puedes hacer tocándote gentilmente y cuando sientas grandes lapsos de placer, ¡detente! Con tan sólo dos o tres veces es más que suficiente para tener un orgasmo más intenso.
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