La masturbación femenina puede resultar todavía un tema un poco tabú, pero hay que quitarle hierro al asunto porque se trata de una práctica muy común que además solo aporta beneficios a la mujer. Masturbarse es la mejor forma de conocer los puntos sensibles y descubrir nuestro propio cuerpo: el clítoris, el punto G y otras zonas erógenas. Una vez que aprendas cómo llegar al orgasmo, será mucho más fácil guiar a tu pareja para alcanzar una mejor vida sexual. No te pierdas las claves para lograrlo, tanto sola como con la ayuda de algún juguete.
Cuando se está sola no tiene por qué significar que se trate de una compensación a una falta de relaciones sexuales. Es una forma de disfrutar de un momento de placer consigo misma, durante el cual todo está permitido.
Y al contrario de lo que se pueda creer, las mujeres sin pareja no son las únicas que lo practican. Teniendo pareja la masturbación sigue siendo una parte de la sexualidad muy importante que puede ayudar a mejorar todavía más la calidad sexual de la pareja. Por lo tanto, aunque tengas una relación, te animamos a que te masturbes sola.
Por otro lado, otra muy buena opción es compartir este momento de placer con tu pareja. Se trata, sin duda, de un signo de confianza y complicidad. Al observarte darte placer podrá conocer mucho mejor lo que prefieres, por no hablar de que seguro que le resultará muy excitante. Por supuesto, él también puede hacer lo mismo para que tú también aprendas más sobre lo que le gusta. ¿Te animas? Puede incluso hacer las veces de preliminar para ir calentándose y después pasar a la acción en pareja.
Por ejemplo, una idea genial es que tu pareja juegue contigo con algún juguete sexual que comience a estimularte y a darte placer, los dos irán entrando en calor y caldeando el ambiente… De hecho hay algunos juguetes sexuales pensados para que tu pareja juegue contigo, ¡dentro o fuera de casa! Sí como lo oyes, porque existen vibradores con mando a distancia, pensados para el juego en pareja.
Es un momento de placer, por lo que debes estar cómoda y relajada. Para que lo consigas, nuestro consejo es que elijas un lugar agradable e íntimo en el que no te vaya a molestar nadie y optes por una luz tenue (o a oscuras si lo prefieres). Es muy probable que ese lugar sea tu habitación, pero si hay alguna otra parte de la casa que te genere bienestar y tienes la posibilidad de estar sola en ella, ¿por qué no probar?
Si en el momento de tocarte no estás muy excitada y tienes miedo de hacerte daño si no estás muy lubricada, te recomendamos que empieces a masturbarte usando un gel lubricante que humedezca la zona y te facilite el acceso. Los hay de muchos modos, sabores e incluso estimulantes del clítoris, ¡tu decides!
Y por último, para crear un mejor ambiente incluso puedes optar por poner música sensual de fondo que te ayude a ponerte a tono. La música es perfecta para dejar volar la imaginación y marcar el ritmo de la masturbación.
Hay muchas personas que se sienten excitadas al verse a si mismas frente al espejo masturbándose. El hecho de visualizar el acto a la vez que se realiza hace que los estímulos placenteros lleguen por más vías.
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