La felación y el cunnilingus son, probablemente, los preliminares estrella. A pesar de que hace un tiempo era una práctica tabú, hoy en día el sexo oral es algo tan habitual que todo el mundo da por hecho que se produce dentro de una relación sexual de pareja. Aunque es algo casi imprescindible en las prácticas gays y lésbicas, en la relaciones heterosexuales ya nadie se escapa: ¡tanto hacerlo como recibirlo causa un inmenso placer! Si tu chico quiere hacer un buen cunnilingus o tú una buena felación, estas son las claves que tienes que tener en cuenta.
No vayas directo al grano. Esta es la primera regla: las prisas no son buenas para un buen sexo oral. Ir directo a la zona es un error, pues unos buenos preliminares siempre allanarán el terreno mejor. Los besos y las caricias, empezando por el cuello, las orejas y los labios, y bajando poco a poco a los pechos y el abdomen hasta el muslo, acariciando la vagina con los dedos, propiciarán una excitación perfecta para pasar a la acción.
El truco de la bebida dulce. ¿Vino? ¿Cerveza? ¿Agua? ¡Error! Antes de practicar un cunnilingus ten cerca una lata de cola o alguna bebida dulce. Parecerá una tontería, pero con este tipo de bebidas la lengua se vuelve mucho más suave y se produce más saliva, lo que creará las condiciones óptimas para adentrarte en su zona íntima.
Despacio y con delicadeza. Mientras en la felación se puede ir a muchas velocidades diferentes en cualquier momento, con el cunnilingus es diferente. Hay que comenzar besando y lamiendo la parte exterior, de forma suave, despacio. Así uno se adentra poco a poco hasta llegar a los labios menores. Detente en cada zona, besando y utilizando la lengua. ¡La pasión debe ir en aumento para llegar al orgasmo femenino!
Varía con la lengua. Si no quieres aburrirla, haz movimientos irregulares con la lengua, aumentando poco a poco tanto la velocidad como la presión. Si te cansas de los movimientos circulares o de ir de lado a lado, prueba con una técnica diferente, escribiendo letras o palabras con la lengua. Es la llamada técnica del alfabeto, prueba a hacerlo de la A a la Z con diferentes velocidades y… ¡Bingo!
Fijate en su lenguaje corporal. Para conseguir que llegue al orgasmo con un buen cunnilingus, debes aprender a escuchar su cuerpo. Su respiración, sus gemidos, su postura corporal… Todo eso no engaña y te contará si lo estás haciendo bien o mal. Si, por ejemplo, ella arquea la espalda y abre más las piernas para facilitarte la tarea, es que lo estás haciendo muy bien. Los espasmos musculares son otra señal… ¡Fíjate! Una vez llegado ese nivel de excitación, los dedos deben hacer aumentar la presión y el placer. Introdúcelos y acaricia su clítoris, el orgasmo estará prácticamente asegurado. E incluso si quieres añadir otro extra, prueba a acompañar la experiencia con algún lubricante o juguete sexual…
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