El clásico misionero está muy bien, pero ¿qué te parece modificarlo un poco? Sí, no solo hay una forma de practicar esta postura, existen variantes que te harán disfrutar más de esta posición. No será tan cómodo pero te prometemos que merece la pena probarlo. Pon un poco de picante en tus relaciones con estas siete posturas diferentes del misionero que vas a desear probar ahora mismo.
Si quieres disfrutar más de tus relaciones sexuales, apunta estas siete formas diferentes de hacer el misionero.
Recuéstate de espaldas en la cama con las piernas dobladas, te recomendamos que te pongas una almohada detrás para mayor comodidad, mientras él se arrodilla delante de ti. Esta postura sexual es más placentera porque la penetración es más profunda.
En esta posición deberás tumbarte boca arriba con las piernas elevadas, de nuevo en esta postura una almohada en la espalda hará milagros. Él se colocará encima de ti con los brazos estirados, mientras tú colocas las manos en sus caderas y dirigirás los movimientos y el ritmo. Una de las ventajas de esta postura sexual es que para un es que el contacto entre tu pareja y tu clítoris es total. Eso sí, para mayor placer te recomendamos que utilices algún lubricante, ¡disfrutarás más!
Quizá esta variante solo es apta para las parejas más atrevidas, ya que con ella la dificultad aumenta, pero lo bueno es que el placer también. Eleva la cadera y engancha tus piernas a su cintura, para mantener el equilibrio haz fuerza con tus brazos, él se arrodillará entre tus piernas. Para mayor placer realiza movimientos circulares con las caderas en ambas direcciones. ¡No querrán parar!
Esta postura es mucho más cómoda que la anterior, además de que permite la posibilidad de mirar apasionadamente a tu pareja. La penetración es profunda ya que se hace en ángulo recto, con tu pareja colocada de lado. ¡Esta será tu favorita!
Esta posición se parece mucho al misionero original. También estarás recostada sobre tu espalda y él estará encima, pero se colocará totalmente tumbado y haciendo fuerza con sus brazos. Mientras tú enganchas tus piernas a su cintura, lo que facilita la penetración, y realizarás movimientos al mismo ritmo. ¡El contacto con su pene será completo!
Para esta posición vas a necesitar un cabecero dónde agarrarte. Túmbate en la cama boca arriba y sujétate al cabecero de la cama, él se colocará encima y tú eres la que se mueve. Estira tus piernas hacia abajo lo más que puedas, eso aumentará el placer. Para esta postura se pueden animar a utilizar juguetes sexuales para aumentar la excitación.
Esta postura es para estar relajados, es una buena manera de comenzar sus relaciones sexuales. Ambos estarán tumbados completamente estirados, tú con la pierna por encima de su cadera procurando que la penetración sea profunda. Ambos tienen que realizar movimientos hasta alcanzar el clímax.
El misionero está muy bien y seguro que se te han ocurrido unas cuantas ideas para ponerlo en práctica, pero hay otras muchas formas de innovar en la cama, de hecho hay incontables posiciones que te permitirán disfrutar al máximo de tu sexualidad.
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