Un poco de experimentación puede ser sumamente benéfico para su relación, sí, estamos hablando de sexo. Para intentar dar algo de chispa a la imaginación de quienes llevan mucho tiempo en pareja, pon en práctica estos consejos poco convencionales:
Mastúrbate delante de tu pareja tal y como lo harías si estuvieras a solas mientras tu pareja hace lo propio. Permitir que tu pareja se excite viéndote hará que te excites tú también. Es como ver porno en directo.
Para una pareja acostumbrada a practicar un sexo más suave o convencional, pensar en lo que realmente les gustaría hacer puede encender la mecha de la pasión. Intenta crear una historia o una escena de película con esa fantasía.
Respira hondo para relajarte no es el consejo sexual más picante del mundo, pero es sorprendentemente eficaz. Cuando tengas ansiedad o estés distraído, con un par de bocanadas para relajarte verás cómo vuelves a centrarte en las sensaciones.
Es más, la respiración también puede intensificar las sensaciones y proporcionarte orgasmos más placenteros.
Ir más allá del sexo con penetración y disfrutar del sexo oral. En lugar de hacer siempre los mismos trucos en las mismas zonas, prueben distintas técnicas para estimular a su pareja oralmente, incluidos lametones largos o pequeñas succiones en distintas zonas. Simplemente explora los genitales de tu pareja con la boca.
Se sabe a partir de estudios que muchas veces, sobre todo en el caso de las mujeres, el deseo es receptivo, no espontáneo, lo cual significa que el hecho de estar abiertos a disfrutar de la experiencia sexual es fundamental.
Cuando estás receptivo ante la estimulación sexual (caricias en el pelo o en la piel, besos), lo más frecuente es que el cuerpo reaccione, y es esa excitación gradual la que hace que aparezca el deseo sexual.
A veces, cuando llevamos mucho tiempo con nuestra pareja, dejamos de verla de forma sexual. Al perder esta faceta, dejamos de disfrutar con su cuerpo. Aprovechar el placer que pueden dar los cuerpos no tiene por qué ser malo en una relación sana y es muy excitante.
Una de las cosas que hacen que alguien quiera volver a acostarse con otra persona es su “marca de la casa”. Piensa en los mejores amantes que has tenido y seguro que todos tenían algo especial. Descubre qué es lo que enciende a tu pareja y hazlo más veces con pequeñas variaciones o en nuevos lugares.
La monotonía del dormitorio o del sofá puede acabar con la vida sexual. Prueben a cambiar el lugar. La próxima vez que estén en un aparcamiento medio vacío, dense un revolcón. Ni siquiera hace falta acabar. Puede ser un poco de sexo oral o pueden usar las manos.
Dejen de dar vueltas a cada idea que tengan y de preocuparse por si lo están haciendo bien. No es cuestión de bien o mal a la hora de hacer el amor, sino de vivir el momento, prestar atención a las sensaciones del cuerpo y explorar los muchos placeres que puede darte el sexo”.
Disfruten jugando aunque no haya sexo a la vista. Muchas parejas sólo tontean cuando están a punto de acostarse, como si sentirse excitado fuera un estado molesto del que hay que librarse lo antes posible mediante un orgasmo. Las parejas más felices disfrutan excitándose mutuamente aunque no haya tiempo ni lugar para llegar al sexo, por el simple hecho de que sienta bien.
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