Un leopardo negro fue captado por primera vez en 100 años en Kenia, algo nunca visto en el país africano y que se creía era una leyenda.
Las asombrosas imágenes fueron captadas por el fotógrafo inglés, Will Burrard-Lucas, quien se aventuró a un viaje en la reserva natural de Laikipia, sin imaginarse que volvería a casa con mucho más que la experiencia “salvaje” que había soñado, según publicó en su blog.
Burrard-Lucas contó al diario Daily Mail que el leopardo estaba al acecho de una presa. En la absoluta oscuridad de las llanuras de Kenia.
Para capturar el momento, Will utilizó cámaras “trampa” automatizadas con sensores diseñadas por él y colocadas en diferentes puntos que lograron fotografiar los movimientos del felino, que ya le dieron la vuelta al mundo.
“Miré la foto sin entenderlo. No podía creerlo y pasaron algunos días antes de comprender que había logrado mi sueño”, narró.
“Cuando comencé este proyecto no pensé que iba a poder lograr una foto de un leopardo negro en África, pero es exactamente lo que hay aquí en la parte posterior de mi cámara”, explicó Burrard-Lucas en sus redes sociales.
Los especialistas creen que se trata de una hembra joven que estaba paseando por las llanuras con un leopardo más grande, de color normal, la cual se podría tratar de su madre.
De acuerdo con National Geographic, el color del pelaje del leopardo negro es el resultado del melanismo, una mutación genética que resulta en una sobreproducción de pigmento.
Este histórico hallazgo fue publicado en la revista African Journal of Ecology, la cual explica que el último registro en el continente africano fue en las inmediaciones de Adís Abeba, en Etiopía, en 1909.
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