Ingredientes:
1 kilo de harina
12 gramos de sal
300 mililitros de huevo
100 mililitros de leche
25 gramos de levadura seca
300 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
3 cucharadas de leche en polvo
¼ taza de azúcar
2 tazas de nata
1 kilo de azúcar refinada para cubrir los panes
Preparación:
Coloca la harina en un tazón, forma un cráter al centro y añade la levadura, la sal, la leche en polvo, y el huevo. Espolvorea la sal sobre los bordes.
Mezcla hasta tener una masa homogénea y elástica.
Esparce la mantequilla sobre la mesa, coloca la masa encima y amasa hasta integrar toda la mantequilla.
Engrasa un tazón, coloca la masa adentro y deja fermentar por 45 minutos o hasta que duplique su volumen. Recuerda dejarla en un lugar cálido.
Separa la masa en 10 piezas iguales, boléalos hasta obtener bollos lisos y redondos.
Engrasa con aceite vegetal una charola para horno, coloca los bollos en la charola y reserva.
Añade 60 gramos de harina a la masa sobrante, amasa hasta que todo quede perfectamente incorporado.
Separa tiras del mismo tamaño, estíralas con los dedos para que estos se queden marcados y tengan la forma característica de las canillas. Necesitas dos por cada pan.
Pega los huesos a los panes con un poco de yema de huevo.
Fermenta por 45 minutos a temperatura ambiente.
Hornea a 180 grados por 40 minutos.
Barniza los panes con mantequilla derretida y cúbrelos de azúcar refinada.
Corta por la mitad y rellénalos de nata.
Deja un comentario